Nunca había pensado que la segunda vez que estuviera en la Madrid Fashion Week sería tan diferente a la primera, por lo menos estos dos días, sábado y domingo, uno por bueno y el otro por malo, con comisaría incluida, pero no me voy a poner en plan "Diario de Patricia" a contar aquí mis penurias porque tampoco procede, no es todo lo malo, que el poli que nos ha atendido estaba como un quesito de La vaca que ríe.
El día bueno fue el sábado, sólo tenía entrada para el desfile de Hannibal Laguna (me invitó su madre, una historia muy larga, rocambolesca y muy molona) un desfile que la verdad me gustó bastante, una colección muy señorial enfocada a la noche, una noche muy elegante y romántica, casi toda la colección era de vestidos joya con cinturas muy marcadas y drapeados que marcaban el volumen en escotes y caderas formando siluetas escultóricas.
Hannibal utiliza tejidos luminosos, en oro y plata, terciopelo negro, redes de seda bordadas en cristales de cuarzo y pepitas de oro, para una colección muy majestuosa llena de asimetrías y detalles suntuosos de costura, una colección muy femenina; lo que no me gustó fue el calzado, unos zuecos de cuña con un aplique circular en el lado del tacón que para mi gusto resultaban algo grotescos y que dificultaban el andar de algunas modelos.
El desfile terminó con un maravilloso vestido en el cuerpo de la preciosa Godelive, que demostró la gran modelo que es y la elegancia que tiene sobre una pasarela, con un clásico contoneo tal y como ese maravilloso vestido requiere y unos poses pausados y muy sensuales.
GODELIVE
ALLA KOSTROMICHOVA
Hasta el momento, todo igual que en la anterior edición, viendo los desfiles en las gradas, cola para entrar, fotos de una calidad que deja bastante que desear y trabajando la imaginación en algunos casos para imaginar el tejido o las costuras de algunas prendas porque a la distancia que las estás viendo es imposible verlas, pero la cosa cambia cuando gracias a una amiga consigo entrar a la zona del backstage y empiezo a ver todo lo que se mueve dentro, pruebas, maquillaje, fotos, preparativos de decorados, últimos retoques.......todo esto me gustó mucho más, casi podía tocar los vestidos, se aprecian muchísimo mejor y por lo tanto se valoran mucho mejor, por decirte que hasta me gustaron cosas de Agatha, algo bastante raro en mí, pero es cierto.
Realmente he comprobado que desde cerca todo se aprecia mejor y te da otro punto de vista de muchas cosas que antes pasaban desapercibidas, os empiezo a contar mañana como viví Cibeles .......DESDE EL OTRO LADO.
¿Comisaria? ¿Mamá-Laguna? ¿Backstage? Lo que no te pase a ti...
ResponderEliminar=)
Menudas historias hija, esa te la cuento en un café que aquí no procede.
ResponderEliminarsublime....te adoro
ResponderEliminar