malditas rebajas

Esta mañana estaba en el trabajo más aburrido que cuatro ostras, apenas tenia trabajo que realizar pero de todos modos con las pocas ganas hasta de respirar que tenia esta mañana me hubiese dado igual que la oficina estuviera hasta el techo de papeles porque estaba con la mente y el cuerpo totalmente destruido, estaba en ese estado de ánimo en el que no tienes ganas ni de oír a nadie hablar porque todo lo que te digan te va a parecer aburrido y cansino, y más si es de trabajo.

A todo esto se me ha encendido una luz interna en mi cabecita he pensado que ya que tenía que ir a devolver un vestido a Zara que le había comprado a mi prima, para el bodorrio de la otra prima, un vestido precioso por cierto y a un precio de esos escandalosamente baratos en las megarebajas, pero a la muy condená le ha gustado más otro que le había comprado en Mangoshop, precioso también por supuesto que uno tiene un gusto impresionante y si ya lo mezclamos con una capacidad inmensa para encontrar los mejores precios y chollos,  esto se convierte en una gran virtud, y oye, la verdad que me ha encantado esto de comprar por internet, es una maravilla, pero cuidado que engancha que no veas, si te descuidas dejas las tarjeta bailando la jota de Aragón..., solo tienes que mover un poquito los dedos y te lo mandan a domicilio y sin ninguna pega para devolverlo porque lo puedes hacer en cualquier establecimiento de Mango de tu ciudad, muy cómodo, pero va en contra de mi deporte favorito que es el Shoping frenético y desfasado, o por lo menos eso pensaba hasta este día.

Bueno a lo que estaba, que se me encendió la lucecilla y he liado a dos compañeras para que me acompañaran a devolver el vestido y a darnos una vuelta de rastreo por las 2ªs rebajas, que oye, nunca se sabe las gangas que te pueden estar esperando.

Pues fíjate, ya con esa ilusión he pasado una mañana estupenda y animada, que si una risa por aquí y otra por acá, algo de trabajillo, descanso, un cafelito mientras pienso que ojalá esté muy rebajado ese bolso de piel que me encantó de Hugo Boss y tenía un precio que es pecado decirlo,un poco más de trabajito, no mucho que si no me canso, y ya al final de la jornada un éxtasis invadía mi cuerpo porque estaba a punto de comenzar mi gran caza de chollos......dios cómo disfruto esos momentos...

Pues bien llegamos a las tiendas y empiezo a mirar todo con ojo preciso, y me doy en las narices con todos los stand de nueva temporada, avances de colección y ese tipo de cosas entonces es cuando llega el instante en que respiro hondo, miro a mis dos compañeras de trabajo con una cara de demonio emplumao y les digo: - ¡Dios, es que no van a dejar descansar mi cartera ni un solo mes!

En fin.....llegas tú, tan ilusionado esperando encontrar algo de lo que viste en temporada que te encantó pero tenia un precio poco amigo para lo que era la prenda en si, o para el uso que le pensabas dar, o cualquiera de los mil motivos y utilidades que mi cabeza le puede dar a una prenda o a un complemento y cuando llegas al rinconcito pequeñito que han dejado de rebajas, solo hay unas pocas cosuchas que no sabes de donde han salido, porque en temporada no las has visto, son muy feas y por eso siguen allí, porque nadie los quiere, esas cosas tan bonitas que el día antes de las rebajas quedaban un montón de unidades ,desaparecen por arte de magia y casi nunca las puedes conseguir, por eso hace ya muchos años que decidí que si realmente quieres algo que te ha encantado, te tienes que fastidiar y gastarte la pasta en temporada.

En definitiva estas rebajas han sido mas productivas por internet que haciendo el deporte del shopping, además de que me han parecido unas rebajas rarísimas supongo que será por la dichosa crisis que nos lleva a todos de cabeza, asi que, a partir de ahora, aunque me duela mucho tener que decirlo, me retiro de las rebajas, me parecen una patata asá, me ahorro tener que estar pateándome las calles con el calor que hace y me quedo en casita, o en en trabajo (que si se entera mi jefa me empapela) buceando las ofertas que me ofrece internet , y como no, tomándome una coca-cola bien fría, eso que no falte, ala.